Poetas zaraceños de ayer y hoy

La pluma de hombres y mujeres zaraceños ha marcado la historia de la poesía local, regional y nacional. Algunos de los poetas más reconocidos en el país nacieron y vivieron en Zaraza dejando una invalorable obra con sus coplas. Reuniremos algunos de los más grandes poetas zaraceños de ayer y de hoy, y compartiremos sus poemas y obras publicadas.

          
En la primera fotografía el poeta Pedro Sotillo, y en la segunda, su padre Antonio José Sotillo, educador zaraceño. Estas fotografías fueron tomadas de la obra del  Dr. Francisco Torrealba.
Pedro Sotillo Correa, nació en San José de Unare en el año 1902; hijo del ilustre maestro zaraceño Antonio José Sotillo y Doña Eugenia Correa. Fue poeta, escritor y periodista. Según datos de la obra “Relatos venezolanos del siglo XX” publicado en la Web por Gabriel Jiménez Emán, Sotillo “llegó a ser director de los diarios El Heraldo y El Universal, en donde colaboró por largos años”. Entre sus trabajos literarios destacan “Andanza” (1939) y “La calle de los caminos” (1952); además de dos de sus más famosos cuentos "¡Viva Santos Lobo!" (1933) y “Los caminos nocturnos” (1956); éste último del que extraemos las siguientes líneas: “Habían movido las cabuyeras de mi hamaca. Entreabrí los ojos con dolor. Los abrí de un todo ¡Qué impresión mas desagradable! Frente a mí, estaba Natividad con un farol a la altura del rostro, y los ojos inmóviles, perdidos en la inconsciencia”.

Oscarina Carrizales, nació en 1905 en Zaraza, lugar donde muere en 1942. Sus padres fueron Don Ramón Carrizales y Doña Josefa Rodríguez de Carrizales. Sus poemas, aunque no fueron escritos para ser publicados, lo cual consta por la inexistencia de material físico escrito por ella, en los periódicos locales de la época publicaron algunas de sus coplas, por lo que se hizo conocer en la población.

 

Rodolfo Moleiro, nace en  Zaraza el 4 de septiembre de 1898 y muere en Caracas el 4 de marzo de 1970. Fueron sus padres el general Rodolfo Moleiro y Petra Sánchez Ron. Su hermano era el compositor Moisés Moleiro. Cursa estudios primarios y secundarios en el colegio San Gabriel de su pueblo natal, mientras que el bachillerato lo culmina en el liceo San José de Los Teques. Al tiempo que estudia derecho en la Universidad Central de Venezuela, inicia sus actividades literarias (1914). Colaborador de los diarios El Universal, El Nuevo Diario (desde 1916), así como de las revistas Renovación (1915), Actualidades (1918), entre otras. Su obra está representada por los siguientes libros: “Reiteraciones del Bosque” (1951), “El espejo y la nube” (1955) “Tenso en la Sombra” (1968).

Presentamos algunos extractos de sus poemas publicados en la obra “Antología histórica de la poesía venezolana” (2001) de Julio Miranda:

Nocturno (Tenso en la Sombra,1968)

“Cárcel de noche tengo,

móvil su pared alta

de tiniebla y fragancia.

Entre flores, un ciego

las suena, las rescata

de sí mismo, de su piélago”.

Tarde (Reiteraciones del bosque, 1951)

“Poniente, Río y alma. Sólo intento

Recoger ese lampo en los abrojos

Que me recobra tu suspiro lento

De mi noche de muertes y despojos”.

            Ernesto Luis Rodríguez, hijo de Ernesto Rodríguez Arroyo y Domitila Morales de Rodríguez, nació en Zaraza el 29 de febrero de 1916. Con la edad de trece años se trasladó a la ciudad de Caracas donde se desempeñó en los más diversos trabajos, tras dejar sus estudios por la difícil situación económica que atravesaba su familia. Sus primeros trabajos fueron publicados en Valle de la Pascua en el periódico “Pimienta” de Rafael Vargas. De regreso a Zaraza, colaboró en el periódico El Unare que circulaba ocasionalmente. Más tarde escribiría, de manera habitual, para importantes medios impresos como Fantoches, La Verdad, Elite, 2001, El Mundo, El Heraldo, El Universal, El Camaleón, El Nacional y otros diarios del interior del país.

Ernesto Luis Rodríguez, declarado Hijo Ilustre del municipio Pedro Zaraza, y cuyo nombre lleva la Casa de la Cultura de Zaraza, es el autor de la famosa copla:

“En la llanura que un día

fue plenitud de mi raza,

no hay tierra como la mía,

no hay pueblo como Zaraza”

            Entre sus obras destacan “Agraz” –su primera obra publicada en 1936 cuando apenas tenía veinte años de edad-  “Cantares de Tierra Llana” (1938); “Pasitrote” (1948), del cual se han realizado nueve ediciones; “El Color de Entonces” (sonetos 1957); “Arriero” (1960); “Arriba Capitán”, (1971); “Ernesto Luis Rodríguez y sus poemas, Obras Completas” (1971); “Tiempo de volver” (1982); “La copla infinita” (1961) “ Desde el Olvido” (1995), entre otros. Además escribió letras que hoy día son parte de los himnos de, entre otras instituciones: la Universidad de Carabobo (1959), la Universidad Metropolitana (1995), ambos con música del maestro Antonio Lauro; la Universidad de Guayana (1990), con música del maestro Inocente Carreño; Fuerza Aérea Venezolana (1981); Escuela de Aviación Militar (1981). También fue el autor del Himno de la Juventud – Batalla de La Victoria (1945); Canto al Río Orinoco y Lago de Maracaibo (1943).

Destaca entre sus coplas "Rosalinda", la cual presentamos a continuación:

Me voy con la tarde linda

redordando a la mulata.

Un soplo de brisa ingrata

de la copla se me guinda...

¡Se llamaba Rosalinda!...

Un romance del jagüey,

que en este llano sin ley

se prendó de mis corríos,

y entre amores y amoríos

me la robé de un caney.

 

Tenía los senos bonitos

como las rosas abiertas;

su voz en las cosas yertas

fue como el sol de los mitos.

Era apretada de gritos

cuando la tuve al encuentro;

pulpa de amor era el centro

de sus pupilas saltonas,

como las frutas pintonas

que dicen mucho por dentro.

 

Vino un joropo llanero,

se puso lindo el caney.

Yo jugué mi araguaney,

mi cobija y mi sombrero;

perdí todo mi dinero

-me quedé sin un centavo-,

y para sacarme el clavo

con los nervios amargados,

en la ley de un par de dados

se la jugué a un indio bravo.

 

Se amontonaron los peones

para ver quién la ganaba;

cada fibra me saltaba

de los soleados pulmones;

se ovillaron mis canciones

en los silencios ignotos,

y dije entre sueños rotos:

"voy jugando a Rosalinda",

¡y el dado en la noche linda

me devolvió mis corotos!...

El 31 de Agosto de 1922 nació en Zaraza, Carlos Ramón Gómez, compositor de un sinfín de canciones, entre ellas Chinchorral (1976), Federico el de Gervasio, Flor de Unare (1970), Natividad. Además fue el compositor de los himnos de muchas de las instituciones públicas de Zaraza, entre ellos el Himno del Liceo Eduardo Delfín Méndez (1950).

Carlos Ramón Gómez
Foto de la obra Carlos Ramón Gómez: su vida en canciones de Ángel Vicente Gómez (2012)

En la obra Carlos Ramón Gómez: su vida en canciones de Ángel Vicente Gómez y Zeneida Rodríguez, publicada en 2012, se encuentran todos los temas musicales compuestos por este maestro zaraceño, muchas de los cuales han sido integrados en el repertorio de la Coral Zaraza de Josefina Riccardi Castro desde hace muchos años. Según los datos biográficos expuestos en dicha obra, de la pluma de Carlos Ramón Gómez “salieron innumerables poemas y editoriales para el periódico El Signo, columnas para Rumbos y artículos que recogía El Unare –primer periódico de Zaraza”.

En nuestra sección Coplas zaraceñas reunimos muchas de las letras de este insigne compositor zaraceño.

José Salvador Rodríguez Malaspina, nació en Zaraza el 19 de julio de 1931 en el hogar constituido por sus padres Jerónimo Rodríguez Moleiro y Luisa Malaspina Mugno de Rodríguez. Sus estudios iniciales y secundarios los realizó entre la ciudad de Caracas y su pueblo natal,  Zaraza. Estudió en el antiguo liceo “Bompland” ubicado en la calle comercio. Su interés hacia la escritura se vio reflejado desde temprana edad cuando empieza a sentir atracción por la historia, el periodismo y la poesía. Más tarde, dedicándose a la actividad agrícola y pecuaria se casa con la señora  Luisa Torres Álvarez, con quien procreó cuatro hijos: José Gregorio, Meira, Luisaura y Marelisa, todos profesionales.

Fotografías tomadas del blog "Malaspinaenvenezuela" de Edgardo Malaspina

Su mayor actividad literaria la desempeñó en el campo del periodis­mo regional, ya como redactor, fundador y director de órga­nos de prensa regionales, entre los que cuentan Rumbos, Claraboya, Lanza en Ristre, entre otros. Como poeta, José Rodríguez Malaspina se puede incluir –comenta su pariente Edgardo Malaspina en su blog ‘Malaspinaenvenezuela’- “entre los esencialmente nativistas, ya que su obra está mayoritariamente compuesta por romances populares que refieren he­chos de personajes históricos, tradicionales y religiosos de su pueblo”. Sus obras más importantes son “Ensayo sobre el Dr. José Ramón Camejo Farbós”, “Arcilla Guariqueña” y  su última obra “Silbo y tonada”, que publica en 1991, siete años antes de su muerte el 18 de junio de 1998.

Otros poetas zaraceños

Poeta Marcos Ríos                                       Poeta Fran Rojas

Consulta también nuestra sección De periódicos y radios en Zaraza

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